

MARZO 2012
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BRIL 3
marco del abordaje multidisciplinar del hábitat, frente a los desa-
fíos planteados por la globalización y la creciente urbanización de
las ciudades, me sumé al equipo del Instituto de Hábitat Urbano
(IHU) con la idea de participar en entornos de discusión con cole-
gas que en su mayoría desarrollaban la actividad desde diferentes
ámbitos y poder sumar mi visión desde la actividad privada.
Desde la Comisión de Investigación y Difusión del IHU, junto a
Ana Pérez Baroja, Rodolfo Besada, Guillermo Miranda, Liliana
Oziomek y Juan Pfeifer tuvimos la responsabilidad de redactar la
primera separata publicada por el Consejo Profesional de Arqui-
tectura y Urbanismo (CPAU) sobre Pobreza Urbana.
Este documento fue el puntapié inicial para la presentación del
Instituto como un espacio de reflexión y discusión cuyo objetivo
se orienta a “sensibilizar a la matrícula sobre la gravedad de
la pobreza urbana y consecuentemente propender a la toma
de conciencia y a la participación profesional solidaria de todos
aquellos que quieren contribuir a su solución”.
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Paralelamente, el desarrollo de la carrera docente sumado a la
participación en la Asociación de Profesores de Posgrados Inmobi-
liarios (APPI) me ha permitido compartir experiencias del ámbito
académico para el desarrollo de trabajos de investigación sobre
financiamiento de la vivienda y continuar propiciando espacios
de reflexión con el objetivo de sumar propuestas sustentables
que permitan revertir la actual situación de exclusión respecto del
acceso a la vivienda.
Desde entonces mi tiempo se reparte entre la actividad privada,
la docencia y la participación en todas aquellas actividades que
posibiliten de alguna manera entender a la ciudad como el sopor-
te espacial de quienes la habitan y contribuir a la reparación de la
incertidumbre del no habitar, que es en definitiva la falta de raíces.