

MARZO 2012
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Martín creó Normal™ en 2010, un estudio de arquitectura y diseño
basado en la investigación proyectual y material.
n el estudio, al tiempo que se resuelven encargos tradiciona-
les, nos dedicamos de manera lúdica a desarrollar algunas
investigaciones de orden material, en las que prima la idea de Ha-
cer y Construir. Así nació Tender, un desarrollo espacial basado en
la repetición del broche de ropa. Esa experiencia significó la base
para desarrollar un lenguaje formal. Sin quererlo orquestó una
manera de actuar estructurando sistemas materiales de lógica
simple para construir y ocupar espacios. Actualmente la investi-
gación está al frente del estudio, diseñando sistemas espaciales
que buscan ampliar el campo las sensaciones que se desprenden
de vivir un espacio.
Para nosotros es una búsqueda experimental, una ampliación
del lenguaje que la profesión ha ido perdiendo. Hoy es muy difícil
encontrar espacios de discusión o fomento de este tipo de ex-
periencias, debido en parte a una grieta generacional, producida
por falta de diálogo y falta de apoyo a los más jóvenes. La FADU
es para mí un ejemplo claro de esto. Tras doce años (seis como
alumno y seis como docente) es notable la transformación en los
métodos y los modos de proyectar, es un cambio que lleva más de
quince años en la profesión y sin embargo a nivel de la enseñanza
no parecen haber modificaciones significativas. Creo que hay que
dar lugar en la toma de decisiones a voces y experiencias jóvenes
que hayan estado en contacto directo con esta nueva realidad, y
que esas experiencias se mezclen con las existentes, pluralizando
la enseñanza para enriquecer el lenguaje arquitectónico local.
Mi generación es un poco víctima de otra mutación de la disci-
plina forjada por una realidad económica que transformó al pro-
yectista clásico en arquitecto-desarrollador. Creo que sin dudas
significa un cambio paradigmático en el desarrollo de la profe-
sión, no sé si para mejor o peor, pero es sin dudas diferente. Me
hace pensar en el posible conflicto de intereses que resulta ser
desarrollador y arquitecto de un proyecto comercial. Idealmente
es una toma de poder interesante, pero creo que sobre el final,
priman los valores que el mercado le inyecta al m2 y la rentabili-
dad del mismo va en detrimento de la construcción del espacio.
Recientemente mudé el estudio al Barrio Los Andes. A casi un
siglo de su construcción, es uno de los planteos arquitectónicos
más modernos de la ciudad. En cuanto a calidad espacial y calidad
de vida propuesta, son muy pocos los proyectos actuales que
lo equiparen: yo defiendo este tipo de arquitectura en la que el
valor está puesto en el espacio, el m3 y en la que la rentabilidad se
traduce en calidad de vida.
En marzo 2012 lanzaremos Monoambiente®, una Galería de Arqui-
tectura y Diseño Experimental, con la idea de generar un ámbito
de reflexión sobre la identidad material y espacial contemporánea.
E
Experimental
31 años
Martín Huberman
Sistema
Tender