SUSTENTABILIDAD
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NOTAS CPAU 04
bono representa un 38%. Esto quiere decir que todos los esfuer-
zos que se pueden hacer para reducir estos altos niveles de con-
sumo, sólo pueden lograrse a través de la sustentabilidad. El
problema de la disponibilidad de energía o el consumo de ener-
gía, es un inconveniente que se presentó en la crisis de 1973. La
crisis demostró que los recursos ya no eran suficientes, transfor-
mándose rápidamente en un problema no sólo político sino
también de índole social. Recuerdo muy bien, en la época de mi
niñez, que estaba prohibido manejarse con auto, por lo que
había que ir a todos lados en bicicleta. Pero entiendo que no en
todos los países del mundo se ha tomado conciencia de la esca-
sez de los recursos en general. De hecho en Alemania, ya desde
1970 contábamos con la primera ley que establecía como debían
construirse los nuevos edificios. Por ejemplo, en Alemania, desde
esa época, no existe la ventana simple con marco simple como
se utiliza en la Argentina. Comenzaban a haber reflexiones
acerca de cómo se podía configurar la envolvente de un edificio
energéticamente más eficiente.”
“Este proceso de sustentabilidad en Alemania, en realidad, se
dio a través del desarrollo político. Gracias al llamado ‘Partido
Verde’ se desarrolló una toma de conciencia muy fuerte en la
población. Se comenzó a hablar de temas que hoy se ocupan
todos los partidos. Ellos fueron innovadores y esto llevó a que se
sucediera la aprobación de muchas leyes referidas al tema.
Hasta que en el año 2005 se aprobó la ley más estricta: todos los
edificios nuevos y todas las obras de modernización con remo-
delación de edificios, debían estar sujetos a la normativa que es-
tablece esa ley. Además, junto a un plan contra la reducción del
dióxido de carbono, se aprobó también un decreto de ahorro de
energía en el año 2005. Todo esto implicó tratar el tema energé-
tico a través de distintos ángulos: desde la obtención de la ener-
gía, el transporte de ella, su transformación hasta el consumo
mismo en el espacio”.
“El tema de la eficiencia energética es un tema de múltiples fa-
cetas, que no debe verse en forma monolítica. No se trata de uti-
lizar edificios incorporándoles una enorme cantidad de tecnolo-
gía, sino que la eficiencia energética debe incorporarse a la
cultura de la construcción. Esto debe ocurrir tanto en edificios
nuevos como en aquellos existentes. La esencia misma de la
sustentabilidad implica seis componentes. El primero es la ob-
tención o generación de energía. Luego aparece el transporte de
la energía, es decir el proceso que va desde el generador hasta el
consumidor. Por otro lado también es relevante la transforma-
ción de la energía dentro de los edificios. Mientras que el cuarto
componente tiene que ver con la importancia referida al sis-
tema de calefacción, el siguiente está vinculado a la reducción
del dióxido de carbono. Finalmente, el último concepto implica
una visión integral de todos los puntos referidos anteriormente
con el fin de generar un ‘ecovalor’”.
“Visto todo esto, podemos llegar a pensar ¿para qué necesita-
mos a los arquitectos siendo que, en realidad, la industria es la
que ya nos puede facilitar todos los elementos necesarios? Está
todo perfectamente organizado. Voy a hacer las compras a un
supermercado de la construcción y compro todos los elemen-
tos. Pero afortunadamenteno es así. Los arquitectos siguen
siendo necesarios porque el respeto de la sustentabilidad no
tiene que estar relacionado a una buena concepción arquitectó-
nica o en ajustar el carácter de un buen urbanismo. Sino que se
trata de tener en cuenta algunos puntos para respetar estos
elementos. Por un lado, un aspecto de carácter estructural, que
comienza con la concepción misma de la obra, su diseño, su in-
geniería, su desarrollo. En segundo lugar, la envoltura del edifi-
cio: qué puedo hacer con él, si lo genero en forma totalmente
térmica-aislada, lo dejo ligado a ciertas casualidades o sola-
mente lo doto de vidrios. Y el tercer punto son aquellos elemen-
tos que hacen a la tecnología y a la técnica, y que se deben in-
corporar a las cuestiones de infraestructura del edificio. De
todos estos puntos somos responsables los arquitectos y
bueno, también nos cabe la responsabilidad de sacarle ‘tarjeta
roja’, de vez en cuando, a la industria”.
“Considerando los parámetros de la eficiencia energética, la ar-
quitectura, la estética y la imagen no tienen porque sufrir. Noso-
tros, por ejemplo, en 2005 tuvimos que hacer una demolición
total de un edificio histórico porque ya no podía utilizarse nada
de su estructura. Lo reconstruimos en el mismo lugar, en el
mismo hueco aplicando otro ‘lenguaje’. Lo que sí teníamos como