

MARZO 2012
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pasos de la profesión. En esa reunión valoramos con nostalgia
el encuentro entre obreros, propietario y profesionales, compar-
tiendo el avance de obra, con asados de por medio, tras un logro
común: una manera humana de encarar el oficio. Resaltamos la
búsqueda de ofrecer una respuesta no convencional a la moda es-
tablecida, sino respondiendo a la verdadera necesidad del encargo,
una actitud valiente y luchadora. Se habló de no autoreferenciarse,
de aprender a no depender del “copio y pego”, y a ser un pensante
que siempre vuelve a comenzar: no creerse que ya hemos llegado,
y como la dice la música de Lerner, volver a empezar.
Con estos encuentros, disparadores de muchas posturas, renuevo
mis propias búsquedas: cada vez creo menos en la omnipotencia
de nuestro quehacer, cada vez creo más en el desarrollo del hom-
bre completo, que también sabe hacer arquitectura.
Y ese hombre debe tener una posición en su cultura y frente a la
vida, que le de sentido a su accionar. Veo que seguimos detrás de
avances tecnológicos, la revolución en las comunicaciones y las
nuevas herramientas que tenemos para la profesión: bienvenidas
todas, pero no está en el uso de la tecnología lo contemporáneo o
la modernidad, porque la herramienta es solo eso, una herramienta.
Antes que la tecnología, es el sentido social
lo que está más cerca de nuestra profesión.
Todas las obras que ilustran esta nota fueron realizadas por el Arq. Roberto Frangella,
fotografiadas por ©Alejandro Goldemberg