

ABRIL 2013
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observa que en noviembre de 2011 se registraron 131 obras y en el
mismo mes de 2012 se registraron 101 obras: una reducción del or-
den del 30%. En diciembre de 2011 se registraron 190 obras y en el
mismo mes de 2012 se registraron 140 obras, con una reducción
porcentual relativamente similar.
Estos datos reflejan la importante retracción del mercado resi-
dencial en nuestra ciudad en el actual contexto económico. De
acuerdo a estos números parecería que la posibilidad de inver-
siones en pesos hoy no es suficiente incentivo para reactivar el
mercado inmobiliario. Un clima de incertidumbre económica, real
o imaginado, está incidiendo negativamente en las decisiones de
invertir en nuevos desarrollos residenciales.
Es importante destacar que todas las caídas comentadas encuen-
tran su explicación tanto en factores internos como externos, que
llevan a incrementar los niveles de incertidumbre. Con el objetivo
de sostener el proceso de crecimiento económico a lo largo del
tiempo, resulta fundamental recuperar los niveles de inversión. En
este sentido, la posibilidad de financiar proyectos productivos, o
de construcción, a través de la emisión de productos financieros
en el mercado de capitales resulta clave. La modificación del pa-
trón cultural dolarizador hacia el de una economía que realice las
transacciones relevantes en moneda doméstica y cuente con un
sector financiero que actúe como canal de excedentes de ahorro
de sectores específicos de elevada rentabilidad hacia otros que
requieren de inversiones para llevar adelante procesos producti-
vos resulta muy importante también.
Es interesante el planteo, como política económica, de una
pronta y amplia implementación de líneas de financiamiento
para nuevas obras, y de créditos hipotecarios que permitan una
rápida reactivación de las operaciones inmobiliarias, de manera
de reactivar nuevos desarrollos inmobiliarios a lo largo de todo el
país. Es en este contexto que resulta importante seguir de cerca
la reglamentación de la nueva ley de mercado de capitales que
tendrá lugar en la primera mitad del año en curso. La importancia
de esto tiene implicancias microeconómicas, generando oportu-
nidades para los negocios individuales de los actores del mercado,
así como también macroeconómicas, ya que el incremento de la
tasa de inversión agregada de la economía, permitiría recuperar la
senda del crecimiento, a la vez que relajar presiones inflacionarias
en nuestra economía.
Es a partir del fortalecimiento
de la capacidad regulatoria y de
supervisión sobre los mercados
que se promueve su apertura,
competitividad y orientación
hacia la economía real.