

MARZO 2012
5
Por Graciela Novoa y Cristina Fernández
En las reuniones, el CPAU expresó sus objeciones al texto de la ley,
en lo referido a la no discriminación de sub-zonas dentro de la
amplitud del fragmento analizado, y dado que existen diferencias
urbanísticas entre dichas sub-zonas: algunas son de carácter
cercano al área central, avenidas con edificios de uso institucional,
y otras son de usos mixtos y de vivienda.
El concepto de fragmentos en la zona de amortiguación de la
APH1 es novedoso y su inclusión puede ser una herramienta de
análisis para estudiar los casos en la realidad; pero no está con-
templado actualmente en el CPU, ni en las más de 50 zonas de
protección que tiene la ciudad.
Con respecto a esto, el CPAU reiteró la necesidad de contar con un
catálogo unificado de edificios y zonas a conservar, que conten-
gan estudios más pormenorizados por conjuntos, manzanas y
sectores; en donde se analicen sus posibilidades de protección y
el carácter del completamiento en relación a los usos, los espacios
vacíos y los edificios que se puedan sustituir.
El CPAU también objetó las llamadas piezas de ajuste, dado que
éstas promueven una mala arquitectura, teniendo en cuenta
los terrenos habituales de 8.66m de la ciudad, creando forzadas
adiciones a edificios existentes de no más de 3 metros de ancho,
con el aparente único objetivo de tapar medianeras y mejorar las
posibilidades de construcción.
Esta única variable, basada sólo en mantener las alturas bajas,
y supuestamente respetar la contigüidad al edificio catalogado,
tendrán como resultado una mala utilización de las posibilidades
de inversión a realizar en dichos edificios en el futuro, y básica-
mente la promoción desde el Código de Planeamiento de una
mala arquitectura de conjunto.
En este sentido, el CPAU destacó que en el tratamiento de los
completamientos de edificios y nuevas construcciones en zonas
particularizadas de la ciudad se deben atender a resoluciones que
tengan en cuenta fundamentalmente la respuesta arquitectónica
y su relación con las tipologías existentes construidas, la propues-
ta de reutilización de los edificios con nuevos usos, y la variable de
inversión económica.
El CPAU considera más adecuado realizar una evaluación del
conjunto de normas que regulan el patrimonio y del Catálogo de
edificios protegidos, incluyendo el llamado “catálogo preventi-
vo”; generando así instrumentos de actuación y financiamiento
novedosos, que permitan la comprensión y defensa del valor
arquitectónico de nuestra ciudad y la difusión de los beneficios
económicos que estas construcciones reportan.
El estudio en profundidad permitirá elaborar herramientas
instrumentales que aporten al debate actual con el fin de lograr
consensos, trasparentando al conjunto de la comunidad las nor-
mas de protección de manera equitativa y objetiva.
El CPAU ve con interés la propuesta de la Administración de la
ciudad en cuanto a la elaboración de un código urbanístico que
incorpore el aspecto morfológico que, atendiendo a la variedad de
soluciones arquitectónicas, urbanísticas y productivas que se han
desarrollado en la ciudad en el pasado, y teniendo en cuenta la ac-
tual situación de la ciudad, sus barrios, y sus problemas, proyecte
esta ciudad hacia el futuro.
Zona de amortiguación de la APH1
Durante los meses de Noviembre y Diciembre de 2010, el CPAU fue convocado a reuniones de la comisión
de Planeamiento Urbano de la Legislatura de la Ciudad en virtud del tratamiento para aprobación en primera
lectura de la zona de amortiguación de la APH1.
Una de las imágenes de la ley presentada por los legisladores,
que será sometida a audiencia pública.