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se va a perder el ingreso de dichos rubros. ¿Se puede bajar el costo de la Mano de Obra Ope-rativa? Sólo si se optimizan las horas profesionales mediante metodologías de trabajo que las reduzcan y una eficiente dirección. No se puede bajar el costo de este rubro bajando la calidad del proyecto o la calidad de los profesionales pues ello es el camino directo a la pérdida del comitente.

Evidentemente, no es una tarea fácil: hay obras cuya dificultad técnica suma horas a la producción del proyecto. También pueden disminuirse los gastos de los subcontratos, pero conseguir mejores precios conlleva el riesgo que el servicio subcontratado sea de peor calidad y pueda también arrastrarnos a mayores gastos de revisión y coordinación.”

“Sobre el gasto total, nosotros le sumamos el bene-ficio empresario, es decir las utilidades, que suelen rondar entre el 20% y el 30% del gasto total, variando en cada oferta en particular y pudiendo ser 0% en algunos casos en que así interese para obtener una determinada encomienda o un nuevo cliente.”

“Se puede hacer el cálculo de honorarios de distintos modos y compararlos con el análisis de costos ante-riormente descripto.”

“Una manera es calcular el honorario en base al Aran-cel del CPAU. Ese Arancel fue de orden público hasta principios de los años ’90. Llevamos estadísticas in-ternas de la diferencia porcentual entre el Arancel del CPAU y la realidad de lo que se paga en el mercado. Esta diferencia porcentual, creció o decreció, según las diferentes épocas. En la actualidad el honorario estará en un 40% o 60% de lo que dice el Arancel, de-pendiendo el tipo de obra y la forma de contratarla.” “También hay que tener en cuenta que el que

manda es el mercado. Primero suelen bajar los honorarios de las obras privadas. Le siguen las obras públicas.”

“Otra forma de calcular es hacer al revés, viniendo desde el mercado. Tomemos el caso de una obra por la que ofrecen pagar $1000.- de honorarios. Si considera-mos un 20% de beneficio, son $800.- de costo. Luego, si calculamos un 30% de ingenierías (estimando en este porcentual los valores de estadísticas para el tipo de obras de que se trata), nos arroja un valor de $560.- para el costo, que con un “mark-up” de 2, deja $280.- para la Mano de Obra Operativa. Ese monto, dividido el costo promedio de mano de obra (que para un proyecto suele ser el de un arquitecto junior o un poco más), resulta la cantidad cierta de horas. Aquí debemos preguntarnos si se puede desarrollar el proyecto en esas horas, y sino es así, qué reduccio-nes a los otros rubros podremos hacer, asumiendo la pérdida que ello represente.”

“Por lo general, y resumiendo, para el cálculo de ho-norarios se hacen varios chequeos. Nunca hay un solo procedimiento: por hora-hombre, por el Arancel y el coeficiente de reducción o incremento de cada época, y relacionando ambos con el valor de plaza en dicho momento y circunstancia.”

“En el desarrollo del proyecto, solemos hacer un seguimiento de las horas insumidas, etapa por etapa, frente a las horas presupuestadas. Está la posibilidad de corregir en caso de excesos. Si, por ejemplo, en el anteproyecto se emplearon muchas horas, se tratará reducir las horas que lleve la documentación de obra, tratando que se cumplan los dos objetivos básicos: efectuar una buena prestación profesional y obtener el beneficio supuesto.”

El Arquitecto Fernando Herrmann posee un Master en Administración de Empresas en el IAE (Instituto de Altos Estudios Empresariales). Desde su visión con un alto conocimiento del mercado profesional, opina sobre los servicios profesionales y los honorarios.

FH: Me gustaría mostrar otra manera de encarar la cuestión, que arranca de pensar el ejercicio profesional en los siguientes términos: ¿Cuántos servicios profesionales le puedo prestar a un cliente que viene a mi estudio, y que no